Christian Vivar

♣ CUANDO EL SUSURRO GRITA ♣

Escarbando en el templo de tu personalidad

encontré tres rosas negras,

peinetas de oro en el repostero y

un “ te olvidé” en el congelador.

 

 

Mi pasión se quedó atónita,

me bailaban lágrimas en los ojos,

el crepúsculo no floreció,

ni tampoco las orquídeas de mi alma,

pero floreció injusticia en mi ser.

 

 

Señora Injusticia ¿ Por qué?

¿ Por qué te paseaste por estos lares?

¿Por qué tus viles espadas?

¿Por qué tu justa forma de escapar?

 

 

No colaboró el hecho de

convertirte en literatura cada noche,

ni tampoco los cafés que me rechazaste,

mucho menos los amaneceres que

te invité a pasar.

 

¡No colaboró nada!

 

Es ahí cuando otro crimen se consumió

sin culpable, sin testigos.

Es ahí cuando el susurro grita tu nombre,

esperando algún beso tuyo.