“Me niego a pertenecer a un club que me acepte a
mí como socio.”
Groucho Marx
Ya quisiera poder
también negarme o al menos
atreverme a bromear sobre asunto
tan desagradable.
Soy socio
del club de los bípedos sin plumas que decía Platón
y refutaba Diógenes,
institución que acepta a tipos
tan despreciables como yo
y muchísimo peores
aún.
Pero si Dios me cuenta entre sus hijos
será porque algo bueno me ha de ver
(que ya quisiera yo saber qué sea).