Fue en una noche donde recordé y la sensatez huyo, fue en un silencio en donde tu imagen a mi llego, fue en una verdad escrita donde mi miedo hacia el amor surgió... Mi miedo a amarte nunca desapareció, mi lucha por guardarte aun cuando estaba cansando jamás se dio, quizás por miedo a estar solo, solo me quede, y por el silencio que te recuerda prometo que te olvidare. Prometí amarte, pero nunca supe cómo, aun no sé cómo amarme yo, pues como te amare a ti, es una verdad más, nunca te amé realmente solo te quise y la diferencia está en el camino trazado en la senda que deje detrás de ti y detrás de mí.
Espere algo de ti que me llenara a mí, nunca lo conseguí, por eso difícil esto cada vez más se hace, trate de contigo llenar un vació que tengo que llenar conmigo mismo quizás por eso falle... Por eso en mi angustia y mi dolor te convertí, y no es mi dulzura y mi amor. Aunque no he de negar que sin ti ahora todo tiene un gusto insípido, pero no es algo que con el tiempo supere y con un lavado de alcohol al corazón deje de sentir.
Sé que aunque no me veas, sé que aunque no me escuche, sé que aunque no esté presente, igual me sientes y sabes el momento exacto en que pienso en ti, sabes que aunque dejaste un sabor insípido en boca y unas manos ásperas que no sienten nada, te supe querer a mi manera, no a la tuya a la mía, que duro y psicótico era un querer de verdad, tal vez no te llegue a amar pero a querer sí.
Me he extendido con esta verdad, una verdad escrita quizás que ni leas, pero es mi verdad, la verdad que me duele, la verdad que me hizo madurar, la verdad que soy y en la que me convertiste. Con el tiempo quizás te consiga, sonría, te abrace y te de las gracias por todo lo que me hiciste ver en mi vida, gracias por enseñarme esta verdad escrita