Tenía veintiún años...
Noche de fiesta.
De festejo.
De gran alegría.
Una prima hermana
cumplía sus quince años.
En Buenos Aires.
Bailamos toda la noche.
Me pidieron recitara.
En aquel tiempo no monologaba.
Lo hice. Todos felices.
En esta foto, estoy bailando
con mi prima.
La fiesta terminó muy tarde.
Tuve que quedarme a dormir
en casa de mis tíos,
padres de mi prima.
Esa noche había hecho mezcla
de bebidas... y me emborraché
por primera vez en mi vida.
Hoy, tendría ganas
de que esa borrachera
se repita.
Tengo la necesidad
de sacarme los fantasmas
de lo injusto,de la maldad,
de no creer lo que sucede...
sin tener la intención
de delatar a nadie.
Tengo una sensación de desaliento,
tal...que me tomaría varias botellas de alcohol...
pero no es mi costumbre...
solo un par de copas...
Tengo una angustia interna,
que me carcome... el alma.
No deseo ser zafado,
no quiero pasar por mal educado...
soy, siempre sincero...
pero no deseo ofender...
si supiese el nombre
de quien está
destruyendo este instante
de mi vida,
tendría la valentía de encararlo,
quien fuese...
pero no conozco al responsable
de esto que siento.
Que por parte de seres
existe la maldad, existe...
Lo tremendo es no saber
quién es.
Hoy tengo necesidad
de estar en una bodega,
y tomar, tomar...
hasta emborracharme...
conscientemente cuánto
mal me haría...
solo me resta beber mis lágrimas...
Derechos reservados de autor(Hugo Emilio Ocanto- 25/01/2014)