Déjame quererte
Es insportable tener que odiarte
Oh, ¡qué injusta es la vida!
Quita el sentido a mi día
Cuando te vi, te odié
por la manera en la que de tus brazos me impregné
Nunca te comprendí
mucho menos tu a mí.
Por más que no quiero
aumenta nuestro deseo
El sol y la luna son cómplices
de mi pecho que late en creces
La más grande lección
Me la enseñó mi pobre roto corazón
Yo, a golpes a prendí
que por más que te ame, tu jamás a mi.