Mientras siguen cayendo las hojas y se torne de colores el alba,estaré en ti pensando mi amor, para decirte que lo que hay aquí, es un lago transparente que corre aprisa cantando, hasta llegar al mar...
¿Qué te digo de hoy?...
Que parezco un tronco que boga y boga buscando tu orilla…
Pero me dejo llevar de la corriente, en el camino me contento con las rocas
Me alegra escuchar el trino de las aves, y cómo una orquesta hay dentro de su corazón.
Parecen miles de niñas felices, de jóvenes radiantes que aprisa van, descalzos pues nada los hiere,
En búsqueda de ese incierto destino en tan apresurado camino de vivir…
Pero me han dejado atrás, no tengo ya sus afanes y sus prisas…
Enredada entre rocas grises y blancas soy feliz
Me dejo besar de sus aguas cristalinas, que anuncian que ya no soy
Que ese árbol del ayer desnudó su mirada al sol…
De nuevo la corriente estuvo a mi favor, y continúo un poco más…
Buscando tu amor,donde sólo quedan sombras y recuerdos
Me quedé atrapada en el ayer de tus ojos negros
En tu alegría innegable para buscar y buscar
Dejándome de lado, cual caballo alazán que va por todo
Más nada encuentra…
Escucho ahora un murmullo, mientras corro con otra energía
Esa que no puedo negar, pero que existe…
La corriente de una cascada que se volvió quebrada
Y luego río, y me quedé presa en los azules insondables
Con sabor a sales de todos y ninguno…
Amante mar… aquí estoy…
Me llevarás al fin a tu orilla
Me dejaré sin resistir más
Y ahí… cuando las gaviotas en mí descansen
Seré remanso con las olas gigantes
Con los ermitaños que me encontrarán
¿Y de ti mi amor?... ¿Qué será?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 24/14