abuelopepe

CIEN AVESTRUCES VORACES

Cien avestruces voraces aletean gozando de mi vientre blando


De nuevo.


Se disputan vísceras y auroras, acariciando mis vómitos secos


Y tiernos.


Sin un redil para guardaros, dispersos entre amor y sombra, vagáis


Hambrientos.


Funestos, aciagos, viles; depredadores de amaneceres y besos.


Dispuestos


A permanecer eternamente despiertos, a testificar lamentos.


¡Abyectos!


¡Os reto, cobardes! a un duelo fraterno; para en algún lugar del tiempo:


¡Venceros!

 

 

abuelopepe