Ya se iba la tarde
el sol ya casi no arde
Muy blanca estaba la luna
silbando su canción de cuna
El cielo estaba celeste
dejando que la noche se recueste
convirtiéndolo en azul
escondiendo al sol en el baúl
Baúl del horizonte rojizo
que se lo lleva sin permiso
disparando el hechizo
del cielo que se oscurece
y la luz de la luna crece
dueña nocturna hasta que amanece