Rosa blanca sin color,
Tu pureza es el rigor,
De la inocencia inquebrantable,
Que se esfuma, cuando la negra bruma,
Mancha tu pétalo.
En este mundo de excesos,
Donde el sexo, se convierte en el pan de cada día,
Los instintos virginales escapan,
A la isla de la fantasía,
Donde el decoro, sigue siendo realidad,
Para el rencuentro con su origen natural.
Mientras el tibio puñal,
Espera paciente, el regreso
Para compartir, el placer
Del encuentro de dos cuerpos
Que se unen para amar.
Javi Jimenez