Te veo sin mirarte
Te escucho sin oírte
Se siento sin tenerte
Fantasmas ilusorios,
imágenes difusas
que fluyen obstinados
regresan de ese tiempo
ajeno, muerto y ya perdido
¡No supe ni quién eras
aunque creía saberlo!
Amar es un invento
que justifica abrazos, besos
y cadencias de cuerpos traspirados
y en el final, tan sólo un cigarrillo
que tiembla en esa mano trémula,
una voz vacilante
que susurra un te quiero
y una espalda vencida
que se pierde a lo lejos.**