En que me convertí?
En la prisión de mis sentidos,
miro al mundo, dormida.
Mis ojos sin motivos,
no desean ver la luz.
Brilló el sol tanto tiempo
y yo estaba sepultada,
Estaba secuestrada,
entre mis pensamientos,
fúnebres y molestos.
Creía que estaba ausente,
llena de tantos presentes
y como fantasmas vivientes,
no lograba yo entender.
Ahora ya no importa,
mi andar es solitario,
mi cárcel, no es un calvario,
es una simple habitación,
donde yo estoy guarecida,
de todos estos mortales,
que asombrados me miran…
En que me convertí?
Teresa Suárez.
Diciembre 2013
# safecreative