Nuevamente te pregunto ¿Qué sucede Sofía?
¿Por qué has cambiado el color de tu piel?
Has perdido el encanto que tanto me atraía,
Y se ha secado de tu boca esa dulce miel.
El viento que entra por la ventana te suaviza,
Y la luz proveniente de la Luna te acaricia,
Se ha extinguido tu superficie tan cobriza,
Y me has dejado con esta pena vitalicia.
¡No sé qué hacer! despierta por favor,
Vuelve a abrir las persianas de tus ojos,
Emite otra vez de tu cuerpo el calor,
Complaciéndome estos últimos antojos.