Está por comenzar la función.
Ésta, que es parte de mi vida.
Sin ella no podría seguir viviendo.
Miro sobre la platea.
Tu asiento... de todos estos años,
está sin ti.
Pero la función debe continuar...
......................
He creído siempre
en tus palabras,
en tus promesas,
pero ahora resulta
que me consideras un fracasado...
Es que...¿ya no me quieres?
¿Has dejado de amarme?
Yo te amo cada vez más...
y tú lo sabes...pasa que coqueteas
con todo el que se te cruza...
en tu vida.
Te estás comportando
muy egoístamente conmigo.
No pensé serías así...
pero...aún te sigo amando...
aunque tú me demuestres
esta indiferencia...tan lamentable...
Nunca has demostrado interés
por lo que yo hago...
y sabes que el escenario
ha sido la pasión, el deseo,
la necesidad de estar en él...
como el aire que respiro...
Cuando me conociste
sobre un tablado...
así te expresaste
refiriéndote al escenario...
me dijiste que era el más
grande actor
que habías conocido
en tu vida...
¿Has conocido muchos
fuera de él?
Quisiera que fueses sincera
y me respondas...
No... no tienes valentía
para una respuesta convincente...
Si fuese así, lo aceptaría...
porque es tan grande mi amor hacia ti,
que todo lo que puedas decirme,
en homenaje a ti lo aceptaría,
porque te amo desde el primer día...
prometiste amarme, siempre...
ya...no creo en tu promesa...
solo quiero que sepas
que yo aún sigo amándote,
con el mismo amor
que te prometí...
Estás silenciosa,
nada me respondes...
te amo tanto, que hasta
tu silencio respeto,
debido al gran amor
que por ti siento...
¿Recuerdas nuestras noches de amor?
Al menos, contéstame
esta pregunta...
sigues callada...
no es una respuesta para mí...
Más bien es una cobardía de tu parte...
Y tú eres una mujer valiente...
que muchas veces me has impulsado
a continuar...las veces
que he desfallecido...
que he sentido miedo
de salir al escenario y representar...
ésto, lo que más amo...
otras veces te has puesto celosa...
Hoy, ya no te importa
que el teatro sea mi primer amor...
Puedo tener ambos...
El escenario y tú...
pero ahora me estoy dando cuenta
que tú nada quieres saber de mí...
ya no creo en los milagros.
Solo en los milagros de Dios...
(El telón baja lentamente...
nuevamente se levanta.
Y yo, parado sobre el escenario,
recibiendo aplausos...
Miro hacia tu asiento,
sigue vacío...
siento interiormente
deseos de ponerme a llorar.
¿Llorar, porque tú
no has venido a verme?...
No estás muerta,¡vives!...
Te guardo en mi alma,
porque nunca dejaré de amarte...
no debo llorar...no debo...
Telón baja nuevamente,
lentamente...)
Derechos reservados de autor(Hugo Emilio Ocanto -27/01/2014)