Señor Jesús, hoy te pido
que te pongas a escuchar
estas palabras que digo,
no me quieras ignorar;
me he inclinado a suplicar
pues me encuentro desvalido,
... ya hace un tiempo se ha ido,
de la casa, mi papá.
Aún no sé por qué suceden
estas cosas en la vida,
(yo soy un niño recién),
¿cómo es que dos que se quieren
de pronto no se comprenden...?
si se llevaban tan bien,
se trataban de “querida”,
“mi amor”, “puedes hacerme el favor”,
“dame un beso”... “yo te doy”...
Me recuerdo que en las noches
acurrucado en sus brazos
me solía dormitar...
¡me faltan sus brazos ahora!,
¡me faltan sus besos ahora!
¡y no lo puedo olvidar!...
si todavía habla contigo:
¿se lo podrías contar?...
Mi mamá a veces llora,
aunque lo quiere ocultar,
yo miro para otro lado,
porque he llorado tanto
¡que ya no me queda más!
y los chicos de mi grado
preguntan a la maestra
por qué ando tan callado.
Me dijeron que eres Dios
y que puedes enseñar,
porque te llaman Maestro
y un montón de cosas más,
y que cuando se quiere algo,
sólo Tú lo puedes dar...
Entonces te pido esto:
Conversa con mi papá...
Coméntale que lo quiero
y que ya no aguanto más,
que necesito sus besos,
que quiero verle de nuevo
abrazándole a mamá,
que se perdonen y olviden
y que se vuelvan a amar...
Jesús... de verdad... te ruego,
porqué te digo: ¡Me muero
si no vuelve mi papá!