Como podemos saber lo que está en el alma
Lo etéreo es caprichoso y sublime sin ti
Como confortarme con tu estela de ausencia
Cada día se hace impronunciable sin tu olor
La mañana sedienta de tus abrazos de calor
Sepultan cada pensamiento en lo tenue de mí
No dejo de ir hacia el abismo de tus sentidos
Que me golpean con la hoz de tu desprecio
Que por cada gota de sal derramada es inútil
Tu presencia se hace cada vez más inhóspita
Sufro tu abandono que como hidra envenenan
Pero se arremolina en mi cuerpo exánime de ti
Pero en el confín del universo te veré postrada
Pidiendo redimirte por tu desprecio e indulgencia