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A escondidas

A escondidas

Es la esfinge presente pero muerta,
se adivina entre frágiles neblinas
como el templo que el tiempo lo hace ruinas.
Cual se escapa las vida tras la puerta

es la calma después de la reyerta,
que se esconde detrás de las esquinas,
como el polvo que duerme en las vitrinas
que el futuro quizás luego despierta.

Así entonces el canto de la vida
se adormece en la más pura rutina;
será pues en que el canto de la muerte

se aviva con la esperanza vencida.
Mas teniendo la muerte por vecina
oculta la neblina toda suerte.

27/1/14 j.ll.folch