El breve espacio
donde cobijo tu nombre
tus risas, tus llantos,
tus miradas, tus cantos.
La alegre marea
de tu mar tan bravo
agita el corazón
con orgullo sagrado.
Y el sol de la angustia
pintando la arena
la razón responde
tienes que quererla.
Se agita mi marco
de tanto pensarla
tenerla en mi pecho
como verdadera esclava.
Que solo el mirarte
mi edén florece
mi infierno se acalla
mi corazón te quiere.