Carezco de sollozos eternos
eternos de sin sabores Madre
te digo a ti. Aparece y cuéntame;
De tu olor sin sabor
de tu dolor sin perdón
Ahora! Te extraño tanto
Y mañana
Ni recordaré tu rostro.
Te amo en mis anhelos perdidos,
te recuerdo en mis virtudes olvidadas,
Madre! y te vuelvo a decir:
Las hojas caen sin remordimiento,
lo puro e insano de mi alma
me retuerce sin desdicha.
Lo recondito de mi ser,
explota sin razón.
Te amo Madre Mía
y te extraño.
Ahora solo me intriga mi pensar
mi pensar carente de ti.