Reconocí ayer, a un hombre como tantos
que no se cansa de andar el mundo,
que duerme bajo el fresco manto del cielo,
arrullado por el leve clamor de las estrellas,
platicando con su etéreo titilar.
Bebe si tiene sed y come cuando puede,
pero dá fruto de su soledad en himnos
de su poesía, lena de estámbres, anteridio
y floreciendo al amor da el polen
de sus letras para que en los panales
del saber hagamos miel de su prosa.
Digo: aún estoy a medio camino de mi llegada
y al final por donde pisé habrá de hablar
mi pasado, no soy más de lo que sembré
ni menos de lo que dejé y cuanto me dieron,
el doble devolví, quien guarde cualquier
recuerdo mio no habré estado sin dejar huella,
me iré dejando papeles donde plasmé
manantiales de ilusión que de mis sueños
nacieron, mi corazón sintió y ésta mente
encarriló para no irme pasando sólo por pasar
y los pongo ante tus ojos para que cuando lo leas
sepas que pasé por tu vida dejando mi poesía
cuan alba mácula de alegría.
INDICE FUTURO
Desde ésta altura
veo gran cantidad de arboles muertos
apilados ya que somos expertos
en acabar con la natura.
Ante ésta necrópoli pintura
donde se conjugan sólo desaciertos
lloro con los ojos abiertos
por los bosques y su desventura.
Aquí todos los dias el papel se fabríca
para suplir nuestras necesidades
y a veces se olvída lo que implíca
no apreciar las bondades
que nos da la tierra y ello indíca
que pagaremos tales atrocidades.
LLANTO
Veo aquel árbol añoso
que expande sus brazos al cielo,
hoy están escuétos los que airosos
daban sombra y abono con sus hojas al suelo.
El que ante el vendabal furióso
se batió en arduo duelo
y siempre salió victorioso
permanece inhesto, con el consuelo
del deber cumplido.
Hoy en este llano y a todo lo largo
su semilla ha germinado,
los que de él vinieron con su verde vestido
parecen vertir su llanto amargo
por aquél que la vida les ha brindado.