Sufro mi madre querida
tantos,años de ausencia.
que,nuestro llanto crece
como este inmenso mar.
Mi dolor,de tenerte lejos
sin saber cuanto tiempo.
Extraño tierna almohada
el susurro,nuestros años.
Bien compartidos,contigo
Donde,el tiempo aguarda.
Mi voz te llama : \"Madre\"
luego,mi alma se escapa.
Tus grandes enseñanzas
cada rasgo,que me diste.
Sin exigirme,nunca nada
toma mi corazón sincero.
Eterna madre idólatrada
nunca,dudes de mi amor.
Cada día,transpiro llanto
amor,este fruto sagrado.
Necesito tu cálido abrazo
te entrego mis plegarias.
Divinas rosas celestiales
enaltecen esos encantos.