María

Cobardía

Sé que no debería

pero el miedo atropella.

Entiendo que no es justo

y sigo a su lado.

Simplemente es costumbre,

costumbre de asirme a su brazo,

de refugiarme del temor más negro.

Entiendo que todo es un culto,

un ritual que me defiende

de un camino empinado,

un sendero atravesado con muletas que duelen.