Velorio…,
¡Que santo jolgorio!
¡A jugar al dominó!
¡A contar chistes mongos!
El rosario terminó.
Flores, velas, comida
y reverencias fingidas,
vestidos lúgubres,
y una caja fúnebre.
Lagrimas sonreídas,
reunión familiar,
y anécdotas a contar.
¡Divertido funeral
Era tan bueno,
ese al que ni siquiera
en vida hubiste de saludar.
¡Hipocresía total!
Besos y abrazos,
y en la puerta un lazo,
anuncio estelar,
de un evento sepulcral .
Actores que lloran,
para darle realismo
a una obra teatral,
llena de egoísmo.
Y no puede faltar,
el “no se lo lleven”,
sabiendo que deben,
al muerto enterrar.
¡Que santo jolgorio!
Vana hipocresía,
que al llegar mi día,
me entierren y ya.