No es cuestión mia, pero el comienzo yo busco, y melancolico hombre soy,
que me angustia el pasar de un segundero,
que me enrrostra mi derroche, y me concientiza del desconcierto del paso del tiempo
caprichosa alma que quiere nunca extinguirse.
yo creo que el escarlata zorzal que se posa en la ventana lo sabe,
y mucho mejor lo entiende mi perro, que leales mis pies lame,
tal vez crean, que es cosa de vivir,
sin el ego de nunca quererte ir.
me cantan las aves que las he dejado de querer,
me susurran apesanumbradas y entonadas que busque a mi ser,
que no puedo hacer nada, les grito ahogado en desesperación,
que he abortado mi alma, asesinada y sin remedio, de su lucha la aparte.
muevo mis pies, uno a la vez, sin siquiera pensar donde llegare,
extinta de la faz de tierra se encuentra mi humanidad,
me fue negada la autoria de mi personalidad,
y fui enjuiciado y condenado a vivir con los demás,
como parte de ellos, aclamando al supremo.