Esto que ahora yo os cuento,
esto que os voy a contar,
no creais que me lo invento,
que es una historia real
que sucedió en su momento
y fue chanza general.
Lo explicaba un escritor:
-coloquio en televisión
franja de máxima audiencia-
don Camilo era su autor,
José Cela por más señas
premio Nobel español.
Para que nuestro lector
pueda entrar en situación,
del sujero ha de saber
su perfil provocador:
ostentorea complexión,
ancho, fuerte, bonachón,
gustoso del buen comer,
mal hablado y socarrón,
irónico hasta joder.
Relataba el buen señor
a todos sus contertulios
y por ende a la audición,
que amén de ser un primor
en el uso de la pluma,
tenia otra habilidad
más extraña que ninguna,
dificil de ejecución,
aun mucho más original,
de incómoda descripción.
Así hablaba don Camilo
su proeza al personal:
que al igual que hacen los chinos
cuando sopa han de tomar
absorviendo haciendo ruido
los líquidos elementos,
tenia una habilidad
de soplar siempre hacia dentro
y no hacia fuera soplar
como habría sido normal,
y una sóla salvedad,
su boca no era el sujeto,
que era su esfinter anal.
La risa fue general
subió el \"share\" en el momento
deseosos de escuchar
lo insólito del invento.
La expectación era tal,
tan grande era el esperpento,
que se produjo un silencio
sostenido y sepulcral.
Y así fue el original,
tal como yo lo ví, lo cuento:
Bajase los pantalones,
colocose el orinal
lleno de agua hasta los topes.
Apoyó las posaderas
centrando bien el ojal
hasta tocar los cojones,
-dicho así suena fatal,
mas me excusa este ritual
pues lo dijo Romanones-.*
Respiró fuerte y profundo
haciendo al diafragma hinchar,
pegando un potente impulso
con un raudo efecto tal
que en décimas de segundo
todo el agua era absorbida
por el susodicho ojal
quedándose todo el mundo
con la cabeza torcida
y ojiplático total.
Y quiero aquí terminar,
pidiendo a todos perdón
por solicitar su atención
a escatológico tema,
mas no veo otra solución
que llamar culo al culo,
-cuando el culo es tan fondón
no es posible el disimulo-
y no encontré otro fonema,
esto es la vida real.