Si yo pudiera escribirte
el poema más hermoso,
lo escribiría esta noche
con mis labios en tu rostro,
donde mis versos te besen
y se te cierren los ojos,
reteniendo sensaciones,
que sólo nacen del fondo
del sentir de mis deseos,
que bullen dentro del pozo,
sin palabras y en silencio,
sin rimas, con ecos rotos,
donde el vocablo es suspiro
del poeta avaricioso,
que sueña, vive y persiste
por tu amor maravilloso.
Déjame que yo te escriba
a mi ritmo y a mi modo
y verás que mi poema
es muy distinto al de todos.
Andrés Mª Contel
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