Bellas formas de mujer que enajenan el sentido
Y que te dejan perdido cuando las quieres tener,
Son las trampas de la piel que con dulzura cautivan
Tus emociones avivan con lo dulce de la miel;
Y aunque tú quieras seguir a este anhelo indiferente,
Despertarás de repente y ya no podrás dormir,
Y empezará tu agonía convertida en obsesión,
En funesta decepción o en una inmensa alegría;
Y cuando puedas beber y contemplar su belleza,
Sentirás el alma presa en infinito placer;
Y con gula buscarás recorrer tu paraíso,
Soportarás el hechizo y jamás renunciarás;
Mas si te niega la entrada a su templo morirás,
Y por siempre vivirás con un alma atormentada,
Hasta que al fin consigas esa luz de alguna estrella:
La más hermosa doncella que con creces te mitiga;
Mas si el destino es adverso y tu confianza traiciona,
Busca la paz y perdona ese dolor tan inmenso;
Es la vida cielo-infierno: breve alegría, dolor
Que destruye nuestro amor: breve risa, llanto eterno…