Solo quiero hablarte acompañado de un café amargo
Y la tiniebla de la noche arropándonos.
Solo quiero hablarte, talvez, y si me atrevo
Y me quito un par de inhibiciones de encima
Eche a andar sobre tu cuerpo una mirada desnuda
Dejando atrás los pudores que se crearon
En la distancia de nuestros cuerpos.
No creí volver a verte; sabia de este encuentro
Pero no creí volver a verte
O al menos no así tan intacta, limpia,
Con la claridad de los ángeles en tus mejillas,
Y la frescura de enero en tu piel.
Mas no creí volver a verte aun sabiendo que te iba a ver.
Pero te vi y más que verte fue lo que vino con tu imagen
Pantano de miel,
Lo que vino con tu risa; verdes campos renacidos,
Inmensidad de la nada.
¿Qué ojos reconocí tras esos cristales iluminados
Pan de mis días.
Y tu boca en la que me construí
Pues en tu boca esta la mitad de lo que soy.
En tu sexo; trinidad perenne, suave como nuestras mañanas
De sol de fuego y pasión de seda
Pero te vi y ahora quiero hablarte, solo hablarte
Y si me atrevo y me quito un par de inhibiciones
De esas que se crearon con el andar del tiempo
Talvez te sorprenda de un momento a otro
Con un tímido te quiero.