¡Oh mujer cuan fértiles son tus azules ojos de océano!
Esos nobles corceles que cabalgan desde el infinito a mi alma
Aveces te pareces a mi canto en la plenitud de tus voces.
Déjame ser tu silencio cuando termine la tierra
Y pensar que en la oquedad de mi alma aun no merman los dias
tu eres la flor que nacio alguna vez en mi pecho
desde la noche vislumbro el manto de tu alma.
Mirare el horizonte que termina en tus ojos
Con loor grato te conoci y al universo
He sembrado tus ojos desde aquel instante
Tocare en secreto el albor de tu canto,
Deshojare con mi boca el arrebol de tus labios
De mañana me abismo a tu ignoto silencio
Y constelada apareces como una nube
tu silencio es tardio como la flor de la lluvia
yo sere en el jardin como la brasa que sube
Tu seras en la tarde la razon y la culpa.
Mirare en el cielo el mar de tus ojos
si la noche es perenne.
Regare esa flor que nacio en mi pecho