En una noche larga,
Donde la voluntad es rehén,
La Luna empieza a burlarse,
Por todo aquello que ve.
***
Tu cuerpo luce salvaje,
Con ganas de florecer,
Tu color blanco provoca,
Sabor de intenso placer,
Siempre serás mi perdición.
***
Y entonces empieza la fiesta,
Calmando toda mi sed,
De pronto la angustia saluda,
Producto de tu perversión.
***
Finalmente el sol aparece,
Poniendo punto final,
A una noche larga,
De pecado, exceso y placer.