El alma en silencio queda ronca
las lágrimas gastadas pierden su sal.
¿Qué se hace con la sangre tibia rencorosa?
¿se bebe cual si fuera hipocresía de un regalo?
Ya el arte pierde su gracia y los colores su vida
Degas llora porque su bailarina no quiere posar.
Chin-Chin de nuevo las copas truenan
y la libertad de tu mano sigue en huelga.
Que difícil velar la muerte que ya se espera
se oye un trasfondo de agujas que quiebran.
El cuervo y su vuelo visten la última moda
y el gusano de tu tierra en tequila ha reposado.
Lloraré por su camino tan largo.
Hermosos rulos perfectos caen sobre su madre
juntas ante el sol cierran sus párpados
juntas impotentes con la eternidad se petrifican.