Darío Ernesto

Cosas del recuerdo

 

Que de cosas, que tiene el recuerdo, entre dormidas esperando

Como los surcos áridos, abriéndose a la lluvia, alabándole.

 

Como hibernando está en el frio clima, la sabia de todas las plantas y arbustos

En un estado casi cataléptico, esperando  el día divino para despertar.

 

Dormitando en algún espacio  de la mente, allí  atesorados esperando  la señal

Hacia las huellas profundas, intrincados vericuetos, infinitos  en los  tiempos.

 

Y  pasan los años, franquean como las aguas de un rio, por motivos que  he de  ignorar

 Fluente  de supervivencia  hacia abajo va, pues  ese rio sin saber, muriendo al mar, morirá.

 

Y si ese mar  u océano no existiere, hacia  napas profundas se sublimará

El alma de los hombres, así como un  acuoso  fluido vital, también habrá de cesar.

 

Ensalzada  así en pensamientos, esa alma hacia su fuente emigrará, como golondrinas

Confundiéndose en vuelos circulares, a su dueño supremo, del soplo y vida.

 

A veces un simple abrazo, todo  en  pequeños destellos  y  recuerdos nos hacen recordar,

Que aquel ser, un amigo, un hermano, hasta un propio hijo, que su cielo eres, solo tú.

 

Las cosas de la vida,  el espíritu es una llama incandescente, alimentada de gestos

Esa  flama que arde, la  ha encendido  la sangre, de los progenitores en un suspiro de sabia.

 

Aquellos  se fueros en mis  caricias, por algunos motivos  difíciles de vencer, pues la muerte

Las ausencias o las distancias, simplemente con mis fuerzas no las puedo vencer.

 

Un día  a paso de hombre quizás el rio llegue a su tierra prometida, de saladas aguas

Para ser jamás, aquella dulce  agua, que a mi  presencia  hizo refrescar.

 

Quedaran los  hijos, por la tierra bendita, generaciones bajo este mismo sol que he amado

 Y sus rayos de luz  naufragaran en sus raíces de salitre, levantando en  vapores para en nubes  volar.

 

Naturaleza en  truenos y relámpagos, diluvios de aguas claras, en un ciclo de magia

El desierto convaleciente, olvidado  por las lluvias volverá  a reverdecer.

 

Darío Ernesto Muñoz  Sosa.

Autor. Argentina  enero de 2014