Tarde gris.
Llueve intensamente.
Desde la ventana,
contemplo el exterior.
Estoy esperándote...
y no llegas.
Tu ausencia
le da más soledad
a mi existencia.
Miro y miro...
y no llegas...
Siento hastío,
siento impotencia
de supervivencia...
pero cuando la lluvia amaine,
he de calmarme,
y mis ojos
han de quedar
libres de lágrimas.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto -29/01/2014)