Ayer, mientras miraba el atardecer,
supe que eras tú...
El reflejo en el mar,
la hoja que cae de la sima del árbol,
el viento que golpea suavemente mi rostro,
el dulce cantar del ave,
simplemente tú.
Mis pensamientos,
mis recuerdos,
mi locura y mi cordura,
solamente tú.