Se prepara una pluma
Para hacer su labor,
Y a tarea se suma
Un candil y una flor,
Y un tintero perfuma
Con un verso de amor
A quien hombres abruma
Por su gran resplandor
El poeta ha inventado
Un romance infinito,
Teje en sumo cuidado
Lo que en rimas ha escrito,
Para un ser delicado
Habla en verbo bonito,
Y si está enamorado
Deja en hojas grafito
Crea cuentos de hadas
De una bruja y dragón,
Caballeros y espadas
Con rigor en misión,
Las sirenas doradas
En un mar de ilusión,
Y princesas amadas
Con rescate y pasión
Engrandece a la Luna
Levitando colgante,
O a una Reina y fortuna
De un castillo elegante,
Una aurora oportuna
En un beso importante,
O un niñito en su cuna
Con hermoso semblante
Y celebra y revive
Cuando el verso se empalma,
Si el lector lo percibe
Muy adentro se encalma,
Cual su amiga describe
En sus versos sin calma:
“Una pluma no escribe,
Lo que escribe es el alma”
Canta dulces canciones
Si el momento amerita,
Y se sube a balcones
De una gran señorita,
Y le enseña intenciones
Si atención solicita,
Y une a dos corazones
Si el amor les palpita
Y si es hombre en tristeza
Reflexiona y predica,
Mas usando cabeza
Sus palabras no aplica,
Pero extiende en proeza
Lo que en rimas replica,
Y si es ser de nobleza
Unas frases dedica
Y contempla los mares
Con su azul majestuoso,
Y los cielos solares
En rugir silencioso,
Los más bellos lugares
Son conjunto ostentoso
En eternos soñares
De un poema orgulloso
Del dolor no es amigo
En su prosa sensata,
Y su peor enemigo
Es quien paz, desbarata,
Pero siempre da abrigo
Si de ayuda se trata,
Así sea a un mal mendigo
Que no enseña y si mata
Realza a damas valiosas
Con sutil adjetivo,
Y a mujeres hermosas
Con su verbo excesivo,
Y en palabras lustrosas
Plasma un beso cautivo,
Para aquellas gloriosas
De esplendor llamativo
No es un ser que descansa
Si conquista es premura,
Y si a estrella no alcanza
Deja en versos lectura,
Precisando enseñanza
De esa inmensa locura
Que acabó en la matanza
De su falsa aventura
Se destroza el poeta
Cuando amarga es su vida,
Y en manera discreta
Se resigna en partida,
Y en su vieja libreta
Deja escrita su herida,
Y es su pluma escopeta
Que dispara enseguida
Y hay algunos de sueños
De unos cuentos de amores,
Hay gigantes, pequeños,
Hay de todos colores,
Los que escriben risueños
Si de amor son autores,
Atrapando en ensueños
A unos fieles lectores…