Una llamada basta para crecer
tienes sobre mi ese poder,
la ausencia de tu voz me hace enloquecer
es ella la melodía que vibra en mi ser.
A veces las aves se hieren
en su amoroso juego del aire,
también en ocasiones los humanos que se quieren
fracturan sus corazones cuando del otro parten.
Vivo porque eres mi otra parte
esta vida no alcanza para amarte,
me doy porque eres mi otra parte
el universo no me basta al entregarme.
Él nos pide que dejemos
de vivir la vida de otros,
ahora que al fin tiempo tenemos
hagamos lo que queremos para nosotros.
En el rincón del corazón
está la luz sabia energía divina,
yo la envié allí por alguna razón
y colgué frente a mis ojos la cortina.
Es hora ya de liberarnos,
de amarnos como la madre quiere a sus hijos,
como el niño que busca los sueños que aún viven en nosotros,
como el corazón que quiso saltar un pozo.