Y de repente todas mis ilusiones se acabaron,
Se fueron las esperanzas, los sueños se frustraron;
Cuanto había deseado ver la luz del sol,
Disfrutar de su calor y su fulgor.
Cuantas ganas tenía
De contemplar el cielo estrellado,
De sentir la alegría
Contigo a mi lado.
Dime que culpa tuve yo de tus errores,
De tus decepciones y tus falsos amores;
Porque me negaste la oportunidad de ver la luz de la mañana,
De contemplar la gente tras el cristal de una ventana.
Yo nunca pedí ser engendrado en tus entrañas,
Para que luego sin piedad me aniquilaras,
Nunca pedí que sembraras mil ilusiones en mi alma,
Para que injustamente destruyeras mis sueños
Y después me abandonaras.
Que culpa tenía yo
De que no supieras pensar,
De esas lagrimas
Que hoy te hacen llorar.
Yo solo quería disfrutar el aliento de vida
Que me diste en tu vientre,
Ese que a la vez
Me quitaste súbitamente.
Porque me negaste
Esa oportunidad,
De aprender una palabra
Y decirte. “Mama”
Yo solo quería vivir
Correr por el mundo feliz;
Sentir la suave brisa del mar,
El vaivén de las olas mirar.
Si tan solo deseaba
Disfrutar de cada atardecer,
Porque me negaste
El derecho de nacer…
En este oscuro abismo de tu olvido,
Donde me has dejado por tu falta de cariño,
Aquí donde no existe más que soledad,
Estoy agonizante por la vanidad de tu maldad.
Poco a poco voy sintiendo,
Como va cubriéndome la sombra de la muerte,
Como van desfalleciendo
Todas mis esperanzas en este calvario de mi vana suerte.
Cuantos sueños me negaste con esa decisión,
No te importo mi sufrimiento, no te importo mi corazón;
Pero por amarte con tanta inspiración a Dios le rogare,
Que algún día te perdone como yo te perdoné…
Amante Virtuoso