Nuca negué tanto amor vida mía,
para superponer vuestro dolor enmascarado,
al socavante silencio,
Nuca negué tanto amor,
para abandonar la pasión,
Por un subordinado soborno del bajo placer,
Nuca ruborice a la ovación,
tras la noche de acusatoria conciencia.
y en un ramillete de vértigos,
de biches y amargos capullos,
de falsa esperanza/sobre el viejo recuerdo,
y raptado por embarques míos,
y arancele del karma.
Nuca para escribir con desprecio,
para abolir al farsante y tunante,
para escudriñar en los aromas del firmamento,
para estallar en mi nube,
viajera y hambrienta esfinge,
diosa del sueño.