Si la vida entre dos planos se presenta ante nosotros,
En alguno somos uno, pero muchos en el otro;
Somos ángeles sutiles, con una sola misión:
El ayudar sin medida sin ninguna condición;
También somos la materia en constante movimiento
Elementales que viven sólo por fatuos momentos;
Y es, en esta dualidad donde se expresa la vida,
Un tablero de ajedrez con simultáneas partidas;
En paz oímos la voz única del interior;
Pero en el diario trajín de la medusa su voz;
A veces vamos ligeros; otras, gana la tristeza,
Lucha del bien y del mal; del terror y la belleza;
En nuestra faz la sonrisa ilumina como un sol,
Cuando su sutil presencia acaricia con amor;
Pero cuando el dolor gana, llega una gran depresión
Al ver como la injusticia da a la bestia el galardón;
En fin, somos en el mundo, una eterna confusión:
Una esperanza perdida o quimérica ilusión:
Somos una eterna duda, contradicción, dualidad;
En la constante tormenta: rayos de felicidad…