Quiero que en esta helada noche
recordarles a ustedes, mortales,
que hemos olvidado tragedias
que la historia se ha tragado sin mas
que hemos sido engañados
por los espíritus de la sombra y la muerte.
No debemos perder la batalla
y la guerra que nos impone la vida
quiero la noche y las tinieblas
para entrar en su vientre cual daga
zambullirme en todos los dolores
para herirle sin temor por dentro
pisotear su reino amortajado y fiero.
Una vez allí quiero estallar en luz
herirle con espada es necesario
desangrarla hasta acabar con los gusanos
desagarrarla, llegar a su núcleo,
esparcir su cieno tibio y putrefacto.
Sacudir sus dormidos monstruos.
Juntos podemos vencer este letargo
apresurémonos antes que amanezca
no oigamos sus gritos ni lamentos
no ha de haber belleza tan grande
como la de arrojar sus últimos restos
al apacible mar que anuncia la mañana.