MALOS EXTREMOS
Todos los puntos
extremos nunca fueron buenos,
decía, con experiencia, mi vieja abuela,
hablando de las virtudes y defectos ajenos,
si se aprende en la vida, como en una escuela.
En las peores ofensas con que te hayan ofendido,
siempre debes dejar un resquicio para la posible opción
de que existiera algún otro problema ajeno, ocurrido,
y que no haya sido, solamente, con mala intención.
Lo bueno que tienen las confusiones solucionadas
es que a los rostros viejas sonrisas regresan,
quedando estas experiencias incorporadas
a notables sabidurías profundas,
las que más nos interesan.
Así, entonces, como unos
arbolitos de Navidad,
quedamos,con todos
sus adornos,
iluminados y
brillando,
con cara
de \"feliz
cumpleaños\"
y,en verdad,
reconciliados
con la Vida;
¡muy alegres,
festejando!
¡Salud!
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Eduardo Faucheux
20-02-2014