INCONCLUSO
Me he dado cuenta de que
estuviste hecha a la medida de mis manos,
que las comisuras de tu piel estuvieron
en su debido lugar sólo para mí.
Cada sombra, cada respiro, cada parpadeo.
Eres toda tú esperando mi partida.
Tu vientre de espejo respiraba
bajo mis dedos al vuelo,
cuando confería el alma al diablo
y te entregabas toda.
Te agonizo y me vives,
te abandono y me atas,
te poseo y no me tienes.
Estos brazos que ya no esperan
- cárcel de tu piel y tu aliento -
te olvidan para conocerme
y saber si fuiste en mí como yo en ti.
Me desprendo tu alma
- nuevamente tuya -
para volver a ser, te ruego:
no te quedes más a mi lado.
Te devuelvo mi dolor
y estas líneas que no son tuyas,
pero que pensando en ti
fueron hechas...
SALUDOS DEL ZURDO...