Había una vez, una manera en que podíamos ser nosotros mismos ocultandonos muy lejos...
Mientras sentado y vestido con la divinidad, meditava
La voz muda de la razón susurró suavemente a sus oídos sordos de la locura
A oscuras y como golondrinas en el cielo la esperanza fue crucificada en ellos
Calmaron sus intenciones y pensamientos del día a la noche como un dios en apuros
Con otra muerte en otra vida por algún lugar en su lugar favorito
En el mundo volarán
En otra muerte
En otra vida se amarán