Decapitar las bombillas que sustentan del cielo y la tierra,
en la distancia del tiempo, la vida en función conspirativa,
de un propio universo y dimensión paralela,
que esculpe un sueño bastardo a función de quimera.
Bajo el gabán de la noche socava el bramar,
se encuban los fuegos y una austera semilla…
Pero la nocturnidad se cuelga sobre una espada en la sima,
la resurrección es corazón latente de una semilla candil,
y el fuego emplea un romance para posesión de los ojos viadores;
para blandir la osadía de mirar a apolo frente a frente
porque vuestra rosa germinara en la empuñadura de armas.