recordando a marcel marceau, actor y mimo frances, el poeta del silencio
Te extrañamos marcel,
el silencio es menos silencio
E ignorarte atrevimiento.
llego a casa y
el grifo de la cocina
Con su bulla me asesina.
Este mundo es un entero griterio,
hay guerras, hay protestas
y un eterno suspiro.
Coros de inconformes, el tráfico, hasta un gallo
Atrevido en la mañana, y el domingo el campanario,
De un cura lapidario, no hay silencio marcel…
Cuanta falta haces, todos con sus rostros de colores, unos
Empujandose otros odiandose , por ser negros,
amarrillos
o marrones.
Que el petroleo hace ruido dicen,
oriente hace bulla en Occidente ,
y con ese pretexto se bombardea por tambien ser diferentes.
Que socialismo, que comunismo, y el odio se siembra,
y con esto un estallido de
Algarabía, una juerga.
Dicen que se arreglaria si un hombre barbón se sumergiera en silencio,
ya son varios años de ello y sin embargo su discurso sigue causando revuelo…
que necesario el silencio, para que indios, sudakas y colorados, para que gringos
nazis y arios, se encuentren así mismos,
que indispensable que de una vez todos callen para poder escuchar
el grito de las desigualdades, que necesario ser mimo,
que emergente ser tú ahora,
para en tu lánguida mirada,
abrazar la anatomia de una mujer maltratada,
para alimentar con tu mente de arenizca, el estomago de un triste migrante,
que ganas que a este mundo se le acabe el oxígeno, y asi las mechas de las bombas se aletargen, como quisiera sumergirnos todos en tu silencio, anaerobio, para escuchar nuestros corazones,
y renacer en un segundo acto, con incertidumbre, angustia y soñando imitarte.
Cuzco, febrero de 2008