El poder de su alma soñadora
convierte las nostalgias en recuerdos,
y con esa misma alma seductora
convierte en verano los inviernos.
Con su mirada de tibia fogata
nacidos de su brillo eterno
colmó el cielo de nubes blancas
para convertir en veranos los inviernos.
La magia de sus cálidos besos
son todo carmín y todo fuego
hermosos como los arabescos
convierte en veranos los inviernos.
Un mundo de sentimiento
es lo que anida en su alma
convirtiendo veranos en inviernos
cuando alegremente abre sus alas.
Dormita en su ser un sueño
que late, vibra y palpita
para convertir en verano los inviernos
y al igual que Fénix, renace entre cenizas.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos Registrados
Bajo el Nro. 55620114
Maracaibo, Venezuela