La quisieron como acompañante
durante las largas horas del día.
Como paño de lágrimas de dudas amorosas.
(Ella, soñadora de la sutil caricia
de la mañana)
La quisieron como víctima
para pisarle su corazón limpio,
como tonta a quien bailar el agua
mientras pensaban en su cuerpo.
(Ella, que ansiaba dulcemente
un abrazo le atravesase el alma).
Entretenimiento
de sus aburridas vidas,
actriz perfecta
del papel que deseaban.
Quise amarla como se merecía,
pero ya tenía el cuerpo prendido en el aire.
(Ella, que buscaba solo un semejante
con quien compartir la sombra
en un día de Sol ardiente)