Convirtiendo la imaginación que despierta,
existencia amilanada,
sin demostración definida -continua realidad.
No me detengo a mencionar sentencias,
cuando te pierdes en el silencio más obvio,
como respuesta a un singular sentimiento.
Oh!, cuando te miro sonreír -dulce encanto.
¿Tiempos difíciles? Inexistentes contigo,
un beso, un abrazo -tus palabras...,
pregón reiterativo como antesala indomable.
Así, nos comportamos, cuál improvisada aceptación,
será que antes de todo esto, ¿estuvimos Tu y Yo?
Dejando pendiente una estructurada decisión...
Autor: Lilia Quituisaca Samaniego