Ya te lo dije, niña,
que para pelear no estoy,
además no soy gallo de riña
ni ataco por donde voy.
Vé sola y busca con quien pelear,
que lo mismo haré yo
para platicar.
A la hora de la lid
nunca llevo blasón
por que siempre he preferido
tranquilo el corazón.
Huyo ufano de la barahunda
siendo fiel a mi prisión
que es una libertad profunda
acatando la razón.
Vé pués tranquila, niña,
donde encuentres retador,
yo nunca seré gallo de riña
ni hago de espectador,
yo me aparto de la bulla
y todo su estertor,
no convengo con el perro que aulla
a la luna su dolor,
ni soy de los que menos corre vuela,
sinceridad siempre doy
y no me duele ni una muela
por que soy feliz como soy.
Quédate allá con tu cantaleta
y tus frases de mal color,
yo seguiré como el poeta
haciendo de la tristeza una flor
y regando en el ancho mundo,
gestas, gestas de ilusión.