Mis palabras pueden acariciarte
como la brisa pródiga
que libera la noche alucinante
y congénita.
Pueden elevarte
como la bruma que invade
el aire
victoriosa y rebosante...
Con mis palabras puedo
mostrarte un mundo
con simetría
donde no cabe lo superfluo
ni la hipocresía.
Mis palabras sólo quieren
alimentar tus sueños
y tu amor a la vida
pretenden aliviar tus penas
y levantar tu autoestima...
Adolfo César (NAZARENO)