El rumor proveniente de la fontana
se diluía en el clamor de la lluvia
y la revelación de las gárgolas.
Como soy dada a la ensoñación
sentí el verde musgo bajo mis pies
caminando desnuda en la foresta.
Entregada a Gaia dancé con devoción
sintiendo la pulsación del universo
me expandí con liviandad al eterno.
Consciencia viva soy, presente hoy.
Las gárgolas me regurguitaron libre;
Caí sobre un lecho de musgo verde.